Mensaje del Rector

Reciban compañeras y compañeros, la más cordial bienvenida.

Esta institución se complace en abrir sus puertas a todos ustedes, alumnos formalmente inscritos en nuestra casa de estudios, privilegio que se han ganado a pulso, al demostrar que poseen el talento y las habilidades requeridas para cursar las distintas carreras que ofrecemos.

En pleno siglo XXI, cuando las tecnologías han influenciado de manera radical la forma de enseñar, la educación conserva su poderoso componente de motor social, como un todo del que formamos parte, y como nunca, sigue siendo la piedra angular en el proceso y desarrollo de los pueblos.

Como es de su conocimiento, desde hace un par de años la tecnología ha avanzado inimaginablemente, a una velocidad que impacta al mundo entero, es por ello que, hemos tenido que revolucionar la forma de enseñar y aprender en nuestra vida cotidiana y más aún en el entorno escolar. Este año, con la llegada de la pandemia, hemos caído en cuenta sobre la importancia de readaptarnos en todos los ámbitos, sociales, laborales y educativos, de esta manera hoy, la Universidad Politécnica Mesoamericana se ha sumado al cambio radical que presentan nuestra comunidad estudiantil, así como la forma de enseñar de nuestro maestros, quienes han dedicado arduas horas para que los resultados sean de progreso, esta circunstancia ha incrementado la responsabilidad, dedicación y entrega de cada integrante, que desde ahora tienen todos ustedes con sus familias, con su comunidad, con la institución a la que pertenecen y con ustedes mismos. Tienen en sus manos una oportunidad inigualable para labrarse una carrera y una profesión, y junto con ello ensanchar los horizontes de progreso y bienestar personal que les abre la educación universitaria.

A mis queridos maestros, ¡gracias totales!, pues su labor se mueve a través de una delgada línea en donde la vocación se confunde con el voluntariado, se trata de una profesión en la cual el compromiso afectivo es un componente fundamental, pues debe lograrse la total empatía del estudiante, y la certeza que, gran parte de su éxito, suele depender del especial vínculo que se establece con los alumnos.

Inauguramos así un nuevo ciclo escolar, una nueva oportunidad para crecer como individuos y como comunidad, lo hacemos con alegría y con la esperanza de lograr los objetivos y metas propuestas, orientados a una formación integral, formación no sólo centrada en los aprendizajes académicos, sino muy especialmente en la tarea de afianzar la transmisión de valores y principios éticos y humanos.

A los padres y apoderados les agradecemos la confianza depositada en nuestra institución, permitiéndonos complementar la educación de sus hijos. Les pedimos entonces que caminemos en la misma dirección, seamos exigentes, motivemos el orden, la disciplina tanto en la comunidad universitaria, como en el hogar, porque entonces el aporte que nos toca como educadores será trascendente en la vida de cada uno de sus hijos.

¡Profesores, apasionen a sus alumnos por el aprendizaje! ¡Dejen huella en sus alumnos, de modo que ellos dejen huella en ustedes también! Recuerden que un profesor que motiva y enseña con amor y dedicación, forma un alumno triunfador.